Cada tres meses rezamos especialmente durante tres días:
- El primer día pedimos perdón por nuestros pecados personales.
- El segundo día, oramos y pedimos perdón por todos aquellos cuyas acciones afectan a nuestros hijos (a través de las drogas, la pornografía, la violencia, ciertas enseñanzas malvadas, etc.). Pidamos al Señor que los perdone y cambie sus corazones.
- Finalmente, el tercer día agradecemos y alabamos al Señor por todas las maravillas que realiza, las veamos o no.